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-¿Se preocupa mucho?
-¿Se siente cansado/a o inquieto/a?
-¿Siente tensión en tu cuerpo?
-¿Le es difícil concentrarse o dormir bien?
-¿Tiene miedo de tener más ataques de pánico?
- ¿Se siente irritable?
-¿Siente que sus pensamientos negativos invaden su vida?
Todos tenemos un poco de ansiedad. Es natural sentirse preocupado o ansioso al enfrentar situaciones estresantes o nuevas.
De hecho, la ansiedad puede ser beneficiosa porque nos alerta de situaciones peligrosas.
En cierto modo, la ansiedad actúa como una alarma que nos advierte cuando podríamos resultar heridos; lo que hace que ciertamente necesitemos la ansiedad para sobrevivir.
Cuando estamos en una situación peligrosa, nuestro cerebro enciende inmediatamente la alarma de la ansiedad y se activan diferentes mecanismos en nuestro cuerpo para ayudarnos a luchar o huir del peligro.
El problema solo existe cuando nuestra alarma de ansiedad no puede apagarse y deja nuestros cuerpos en un estado de emergencia constante.
Si nuestros cuerpos quedan activados cuando el peligroso ya se ha terminado, entonces la ansiedad comienza a afectarnos y a sabotear nuestro funcionamiento en la vida diaria.
A veces, el volumen de la alarma puede ser muy alto y sufrimos lo que llamamos: ataques de pánico.
Sufrir ataques de pánico, es realmente debilitante y puede afectar todas las áreas de nuestra vida.
La ansiedad puede empeorar con el tiempo y/o causar otros trastornos adicionales como la depresión, el abuso de sustancias o problemas en las relaciones con otros.
La terapia puede ayudarlo a identificar las causas de su ansiedad y brindarle nuevas estrategias para manejar sus síntomas de ansiedad.
Su cerebro solo necesita ser entrenado para apagar la alarma de ansiedad -cuando no es necesaria.
Aprender estrategias efectivas para cambiar sus patrones de pensamiento negativo (reestructuración cognitiva), es uno de los secretos para ganar la batalla contra la ansiedad.
Explicado en términos simples, la reestructuración cognitiva es una forma de re-configurar los pensamientos.
Los pensamientos negativos provocan que tengamos emociones negativas... y las emociones negativas nos llevan a reaccionar negativamente frente a las situaciones. Nuestra manera de reaccionar frente a las cosas, termina reforzando nuestros pensamientos negativos, formando así un circulo vicioso destructivo.
Cuando sufrimos de ansiedad, nuestras vidas generalmente están atrapadas en un ciclo interminable de pensamientos, sentimientos y comportamientos negativos.
Muchas veces, no podemos cambiar situaciones que ocurren alrededor nuestro, pero sí podemos cambiar la forma en que las enfrentamos.
Según los estudios de programación neurolingüística (los cuales estudian cómo nuestro cerebro procesa el lenguaje), las experiencias que tenemos son codificadas y almacenadas en nuestros sistemas de memoria utilizando el lenguaje en el que ocurrieron.
Es importante distinguir que las personas que aprendieron inglés como segundo idioma más tarde en la vida, pueden tener dificultades para acceder al contenido emocional de las experiencias que tuvieron cuando eran niños.
Esto significa que si, por ejemplo, alguien vivió una situación traumática en su entorno de habla hispana y trata de contarlo en inglés durante las sesiones de terapia, puede tener dificultades para acceder a las emociones relacionadas con esa vivencia porque originalmente se almacenó en su idioma nativo (dentro de su sistema de memoria en español).
Hacer sesiones con un terapeuta bilingüe puede ayudar a que las personas accedan a sentimientos de la infancia que contribuyen a la ansiedad actual.
-Como latinos, tenemos la costumbre de creer que los problemas se pueden solucionar con una buena charla con amigos o algún familiar. Por cierto, ellos son la mejor contención emotional que solemos encontrar.
Sin embargo, lamentablemente nuestros amigos o familiares no tienen el entrenamiento profesional necesario para entender las causas psicológicas de todos nuestros problemas o que técnicas efectivas podríamos utilizar para sobrellevarlos.
Creo firmemente que tener apoyo profesional, nos ayuda a afrontar los desafíos de la vida con más facilidad.
Una vez que comienza el tratamiento, mis clientes saben que pueden llamarme las 24 horas del día, los 7 días de la semana si surge una crisis. Pero también son conscientes de que, aunque el tratamiento puede haberse terminado en algún momento, también pueden comunicarse conmigo repentinamente en el futuro si necesitan ayuda (lea más sobre situaciones de crisis en la sección de preguntas frecuentes).
Pero como siempre les explico a mis clientes, “mi tarea es enseñarte a vivir sin mí”. En cierto modo, es una tarea similar a la crianza de los hijos. Si hicimos un buen trabajo, nuestros hijos aprenderán las herramientas necesarias para dejar el nido y volar. Podrían volver de vez en cuando en busca de amor o ayuda adicional para adaptarse a las nuevas circunstancias de la vida, pero podrán prosperar de forma independiente.
Muchos de mis clientes regresan a lo largo de los años para hablar sobre cosas que los estresan, transiciones de la vida o nuevas circunstancias. Siempre disfruto mucho volver a verlos y recordarles cuanto han crecido.
A veces necesitamos recordar lo que hemos aprendimos para poder aplicarlo a los nuevos desafíos.
Tener una buena conexión o la química adecuada con un terapeuta es, en mi opinión, comparable con el proceso de seleccionar una pareja romántica. A uno no le agradarán todos los potenciales candidatos. Cada persona es diferente y sus gustos también lo son.
Si usted cree que no nos conectamos bien, puedo recomendarle otro profesional. Pero si siente que tenemos la conexión adecuada , estaré encantada de acompañarlo/a en su camino de crecimiento.
Después de haber sufrido en lo personal, lo que es tener ansiedad y ataques de pánico, puedo entender lo difícil que es para una persona desenvolverse en la vida cotidiana cuando se padecen esos síntomas. Sé cómo se siente y puedo mostrarle cómo salir del ciclo de ansiedad. No tiene que hacerlo solo.
Ivana Labuckas, LMFT
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